miércoles, 4 de marzo de 2009

…Y se hizo la prostitución

Los campesinos, dueños de las tierras. Sudaban el trabajo, sudaban la justicia. Vestían lo necesario, comían lo necesario, tenían lo necesario.

El llamado, la coincidencia. Unas naves se divisaban sobre las aguas allá en la lejanía, eran sorprendentes, se movían sobre las aguas, se acercaban. Algo nuevo estaba por conocerse.

Hombres distintos, hombres con piel de distinto color, hombres y mujeres diferentes. Trían consigo objetos nuevos y nuevos lenguajes, creencias y pensamientos...

…y, ¡Se hizo la prostitución!...

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