lunes, 30 de marzo de 2009

La luz de la primavera celeste en un día soleadamente perfecto...

…Cuando ocurrió la matanza. La calle y la gente. La gente y la calle. ¡Un fabuloso río escarlata!... brillaba como luces dando la cara al sol de primavera. Un espectáculo mal oliente y, casi, animal. Un espectáculo que los animales carroñeros disfrutarían hasta estallar de satisfacción.

El bestial corazón humano, reflejado con potencialidad en las armas. ¡El asquerosísimo sabor de la guerra!... ¡El asquerosísimo sentido animal semi-humano!... el humano a penas conoce su sentido humano. ¿Y cree conocer el sentido sobrehumano?...

…¡Juguemos a equivocarnos!... para que los dioses se rían de nuestra ignorancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario