jueves, 16 de abril de 2009

Estás tan lejos


Tus ojos me lastiman, me desgarran la piel. Me someten y me desligan, de una vez por todas, de lo que hago conscientemente.
Es entonces que concilio el sueño, bajo la sombra punzante de tu mirada, entre tus brazos forjados en piedra.
Incómoda, concilio el sueño.
Mientras duermo escucho tus labios besándome, ese sonido húmedo, el mismo de siempre, cuando me besas con los ojos abiertos y vuelvo a sentir tu mirada, tu maldita y asquerosa mirada, y vuelvo a sentirme tímida e indefensa.
Te siento lejos, demasiado lejos.
Siento que jamás podré tocarte con la punta de mis tímidos dedos, aún teniéndote sobre mí, siento que jamás podré tocar al hombre que amo, al hombre que ha sido forjado en piedra, el que descansa sus respiros donde poso mis pensamientos.
Te siento tan lejos, inmensamente lejos, infinitamente lejos.
...Y las noches del viejo, frío, muerto y cadavérico ártico de tu cuerpo es un planeta que me enseñaste a explorar.

foto tomada de: http://www.sonidobscuro.com/images/articulos/cd/2006/1293cds03.jpg

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