
Tu vida.
Tiene la intensidad de un segundo en la espera del amanecer.
Cuando el náufrago y la vida se alejan como sueños al avanzar la historia...
Estaba su sombra descansando en la cocina y la sombra del extraño haciéndole el amor. Ella no lo sabía. Ignorante de lo ignorante que siempre ha sido.
Se alzó como el depredador que es y se lanzó sin recelo hacia la presa.
El ruido...
Nadie sensibilizó sus oídos ante la agudeza del ruido...
Huellas carmesí sobre la almohada, sobre la cocina, sobre la sala...
...
... Y nadie volvió a saber jamás sobre ella...
Volví a ese apartamento cada 7 días, como siempre lo he hecho, pero ella ya no estaba, como si ella ya no existiera y las huellas podridas adornaban la habitación en mi presencia.
Foto tomada de: http://www.plazapublica.org/imagenes/sangre2.jpg
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